Details
- Lecturer: Dr. Joan Martí, Geosciences Barcelona – CSIC
- Date: 27 October 2020; 12:00 h
- Venue: Online (Zoom)
- Further information: Dr. Juan Alcalde
Abstract
El peligro volcánico se define como la probabilidad de que un área en particular se vea afectada por un evento volcánico destructivo dentro de un período de tiempo determinado. En la actualidad, la amenaza volcánica se evalúa generalmente en forma de estructuras de árbol de eventos que contienen posibles escenarios eruptivos y se aplican métodos probabilísticos a estas estructuras para estimar las probabilidades a largo y corto plazo para cada escenario. En consecuencia, el pronóstico a largo plazo se basa en datos históricos y geológicos y modelos teóricos, mientras que el pronóstico a corto plazo se complementa con datos de monitoreo continuo cuando ha comenzado un episodio de inestabilidad (unrest) volcánica. La complejidad de cualquier sistema volcánico y sus procesos eruptivos asociados, junto con la falta de datos que caracterizan a muchos volcanes activos, particularmente aquellos con recurrencias prolongadas, hacen que la cuantificación del peligro volcánico sea muy compleja e incierta, ya que a menudo no hay suficientes datos de observación para construir una estadística sólida. Un conocimiento detallado del registro eruptivo pasado (es decir, estratigrafía volcánica), de la estructura interna del sistema volcánico, y de sus controles tectónicos, es fundamental para establecer una base confiable sobre la cual construir la evaluación de peligros, para determinar las escalas temporales de los procesos volcánicos, e interpretar correctamente el unrest volcánico y las señales precursoras de futuros eventos eruptivos, y con todo ello gestionar y reducir el riesgo de este tipo de fenómenos naturales.
Para ilustrar la importancia de la geología en la evaluación de la peligrosidad volcánica, se presentan dos ejemplos diferentes de áreas volcánicas activas, una correspondiente a un complejo volcánico central (volcán Teide, Tenerife, Islas Canarias), y la otra correspondiente a una zona volcánica monogenética (La Garrotxa Volcanic Field), y se comparan las principales características geológicas que caracterizan a ambos sistemas volcánicos, determinando su relevancia en términos de evaluación de peligros.