
Una nueva publicación liderada por Geociencias Barcelona (GEO3BCN-CSIC) muestra con detalle la actividad sísmica en el Pirineo oriental, con el registro de 885 sismos locales en 14 meses. El estudio ha obtenido 23 mecanismos focales para sismos de baja magnitud, lo que ofrece una mejor comprensión de los procesos de ruptura y movimientos de fallas de esta región.
“Los datos adquiridos y analizados en esta publicación han permitido conocer mejor la relación entre las principales estructuras tectónicas de la región y la actividad sísmica actual, profundizando en el conocimiento de las estructuras sismogénicas, que permitirán en el futuro una mejor evaluación del riesgo sísmico”, explica Mario Ruiz, sismólogo del GEO3BCN-CSIC y autor principal del artículo.
Los resultados se han obtenido gracias a las 24 estaciones sísmicas de banda ancha desplegadas desde septiembre de 2019 hasta noviembre de 2020 en la zona de la Cerdaña en el marco del proyecto SANIMS. Adicionalmente, se han tenido en cuenta los datos recogidos por las estaciones permanentes de la zona del Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (ICGC), Instituto Geográfico Nacional (IGN) y l’Observatoire Midi-Pyrénées (OMP).
La actividad sísmica en la Cerdaña
Los pirineos orientales presentan en la actualidad una actividad sísmica moderada-baja, donde los sismos normalmente no exceden magnitudes de 4.5. Sin embargo, esta zona se vio afectada por terremotos destructores de gran intensidad en el siglo XV, destacando el ocurrido en 1428, con una intensidad estimada de IX. Este sismo es considerado el mayor ocurrido en todo el Pirineo en el pasado reciente, y a día de hoy se desconoce su zona epicentral exacta.
Este estudio se enfoca en la cuenca de la Cerdaña, rodeada en su parte sur por la falla del Têt, la cual se considera la principal estructura tectónica de extensión en la región. Los datos analizados revelan que hay una agrupación de terremotos de baja magnitud en el extremo sur de la cuenca de la Cerdaña, posiblemente relacionados con fallas oblicuas secundarias asociadas a la falla del Têt.
El sector norte de la cuenca y la zona del Conflent muestran una actividad sísmica más difusa, mientras que los sismos asociados a la falla del Capcir se distribuyen claramente a lo largo del plano de la falla. Las estaciones sísmicas también registraron dos núcleos de eventos en la zona de Puigpedros-Meranges que podrían estar relacionados con la falla de Meranges o estructuras Alpinas menores situadas al Suroeste esta falla.
En cuanto a la actividad sísmica al sur de la localidad de la Seu d’Urgell, los autores del estudio han observado que las áreas centrales de las crisis sísmicas de 2017 y 2019 siguen estando activas en la actualidad.

“Las soluciones focales resultantes muestran una concordancia absoluta con los resultados de estudios previos, tanto a nivel regional como a nivel de toda la cordillera, indicando una tendencia a la relajación del proceso de colisión N-S entre las placas Ibérica y Euroásiatica”, detalla Ruiz. A pesar de que la actividad sísmica en el Pirineo actualmente se encuentra en niveles moderados-bajos, el sismólogo de GEO3BCN-CSIC subraya la importancia de estas investigaciones para comprender mejor la distribución de los terremotos en la región estudiada y su relación con las principales estructuras tectónicas”.
En este artículo, publicado en la revista Tectonophysics y enmarcado en el proyecto SANIMS, también han participado los investigadores de Geociencias Barcelona Jordi Díaz y Jaume Vergés, y Ariadna Canari y Maria Ortuño, del grupo de Investigación RISKNAT.
Referencia
Ruiz, M., Díaz, J., Canari, A., Ortuño, M., & Vergés, J. (2023). Seismic activity at the eastern Pyrenean termination. Tectonophysics, 862, 229977. https://doi.org/10.1016/j.tecto.2023.229977