El proyecto EVE (European Volcano Early Warning System) llega a su fin tras tres años de trabajo. Los días 14 y 15 de diciembre se celebró, en formato presencial y online, la última reunión de este proyecto europeo, cuyo objetivo era desarrollar un sistema de alerta temprana para volcanes europeos (EWS en sus siglas en inglés).
El proyecto, coordinado por Geociencias Barcelona (GEO3BCN-CSIC) y en el que participan un total de seis socios de cinco países europeos, se despidió en el Hotel Ayre Gran Vía (Barcelona) donde se sucedieron charlas y conferencias sobre vulcanología y también sobre la herramienta VOLCANBOX, pieza fundamental de este proyecto.
Esta interfaz integra una veintena de programas multiplataforma cuyo objetivo es ofrecer un sistema de evaluación y gestión de riesgo volcánico tanto a largo como a corto plazo. Joan Martí, investigador de GEO3BCN-CSIC e investigador principal del proyecto EVE, explicó cómo funciona VOLCANBOX y las aplicaciones que tiene para hacer previsiones sobre posibles erupciones.
El EWS, el módulo que se ha desarrollado durante el proyecto EVE y que se ha integrado en VOLCANBOX, permite mejorar la comunicación durante los episodios eruptivos entre los observatorios vulcanológicos, los servicios de protección civil europeos y la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO).
En concreto, este nuevo sistema se compone de un operador de comunicaciones, análisis probabilístico de la fase ‘unrest’ (reactivación de un volcán), visualización de los posibles escenarios eruptivos y su potencial tiempo de evolución.
“La plataforma ya está hecha, aunque sigue desarrollando más elementos. Es abierta para todas aquellas personas que lo necesiten y trabajen en ello”, explicaba Martí en su presentación. VOLCANBOX se ofrece de manera abierta a aquellas personas que trabajan con volcanes, ya sea equipos científicos, protección civil o otras instituciones públicas y privadas que lo necesiten.
Giovanni Macedonio, integrante del proyecto EVE e investigador del Osservatorio Vesubiano del Istituto Nazionale di Geofisica e Vulcanologia de Italia, señala que es la primera interfaz de estas características abierta a toda la comunidad. “Puede usarse para análisis, pero también para la investigación y para tomar decisiones en el marco de la vigilancia volcánica”. El investigador italiano ha contribuido ofreciendo los modelos numéricos que se integran en VOLCANBOX. “Este programa es capaz de crear mapas de riesgos de volcanes antes de la erupción y también durante la erupción”.
“Puede que sea la primera herramienta en la que trabajan juntos la comunidad científica y protección civil”, señala Patrick Bachelery, catedrático de la Universidad francesa Clermont Auvergne. El también miembro de EVE añade que “este tipo de proyectos son cruciales para la gestión de crisis volcánica. Tenemos muchos instrumentos para monitorizar los volcanes y sabemos suficiente sobre cómo el magma sale al exterior o lo que tenemos que hacer en una erupción”.
La creación de VOLCANBOX ya comenzó con otro proyecto llamado Vetools, iniciado en 2016 y liderado por GEO3BCN-CSIC. Así lo recuerda Antonio Brum, investigador en la Universidad de Lisboa, quien considera que este tipo de proyectos deberían extenderse más. “Debería continuarse con este proyecto porque lo que se ha hecho es muy útil. La experiencia durante este trabajo ha sido muy buena”.
Análisis de la erupción de La Palma
Durante la reunión final del proyecto EVE, Alicia Felpeto, vulcanóloga del Instituto Geográfico Nacional (IGN), ofreció una charla sobre la reciente erupción en La Palma, que comenzó el 19 de septiembre de 2021.
La investigadora, que forma parte del equipo que ha monitorizado el volcán, habló desde las históricas erupciones que se han sucedido en las Islas Canarias y en La Palma, pasando por la descripción geológica del archipiélago, y mostrando también los datos que han adquirido durante estos meses. Asimismo, Felpeto hizo hincapié en la importancia de la vigilancia de este tipo de catástrofes naturales y de tener una red de herramientas adecuadas para estas situaciones.

El consorcio del proyecto EVE está formado, además de por GEO3BCN-CSIC, por el Instituto de Ciencias de la Tierra del CNRS de Orleans (ISTO-CNRS, Francia), el Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Islandia (Islandia), el Laboratorio de Magmas y Volcanes de la Universidad Clermont-Auvergne (Francia), el Instituto Nacional de Geofísica y Volcanología (INGV, Italia) y la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa (Portugal). Además, cada institución lleva asociada a las protecciones civiles de sus respectivos países.
El proyecto, que tuvo que ampliarse un año más por la COVID-19, está financiado por ECHO, que tiene un plan de ayudas específicas anuales para financiar proyectos enfocados a la preparación y prevención de riesgos naturales y antrópicos.