El proyecto Geocave, impulsado por investigadores de la Universidad de Oviedo y en el cual ha participado el investigador del ICTJA-CSIC Santiago Giralt, ha permitido situar el origen de dos cuevas del entorno de los lagos de Covadonga en un periodo de entre 1 y 4 millones de antigüedad.
Los resultados de este estudio liderado por los investigadores del Grupo de Investigación Geomorfología y Cuaternario de la Universidad de Oviedo, Montserrat Jiménez y Daniel Ballesteros, se presentaron el pasado 26 de Enero. El trabajo ha querido poner en valor el patrimonio geológico vinculado a la riqueza kárstica del Parque Nacional de los Picos de Europa.
En el marco del proyecto Geocaves se ha estudiado con detalle la morfología de más de 400 kilómetros de galerías subterráneas situadas en el Macizo Occidental.
Santiago Giralt se encargó de realizar las dataciones por Uranio-Torio (234U/230Th) a partir de las cuales se pudo establecer el marco temporal del proyecto hasta los 300.000 años. Mediante la luminiscencia estimulada ópticamente (OSL) se definió el marco temporal hasta el 1.000.000 de años.
En la investigación también se han elaborado mapas geomorfológicos subterráneos, modelos tridimensionales de las cuevas, análisis de la estructura geológica y de luminiscencia óptica estimulada (OSL). Asimismo, el trabajo ha permitido generar por primera vez una base de datos cartográfica y científica de las cuevas del parque, así como un catálogo de formas de su mundo subterráneo.
El Parque Nacional de los Picos de Europa es una zona con un gran atractivo para los amantes de la espeleología pero, curiosamente, aún no se había realizado ninguna investigación destinada a saber cómo y cuándo se habían formado unas cuevas que, en algunos casos, pueden llegar a tener profundidades próximas a los 1000 metros.
Adaptado de: Universidad de Oviedo